La cualidad de probable, una condición que contempla la posibilidad de que algo suceda, da origen a una probabilidad. Los expertos en cuestiones meteorológicas, por ejemplo, suelen hacer referencia a la probabilidad de lluvias y tormentas cuando hay chances de precipitaciones en alguna región o aluden a la probabilidad de nevadas, mientras que los médicos tienen herramientas para estimar la probabilidad de vida y la probabilidad de embarazo, entre otras alternativas. En Matemática Financiera y en Mecánica Cuántica, en tanto, gana relevancia la probabilidad negativa, así como también se suelen analizar las probabilidades de ganar en un juego de azar.

La probabilidad frecuentista que determina que independientemente de las veces que se reitere un experimento habrá posibilidades regulares de lograr el objetivo propuesto, las probabilidades probatorias como lo es la probabilidad bayesiana, las probabilidades condicionales como la probabilidad a posteriori, las probabilidades discretas que engloban algunos valores distintos surgidos de la cuenta de algún detalle de interés y las probabilidades continuas donde surgen variables de carácter aleatorio que toman valores en cierto intervalo de números reales son otras categorías que demuestran el amplio y diverso alcance de las probabilidades.

También es interesante tener presente que a nivel general, interpretada como sinónimo de chance, esta palabra se aprovecha para marcar la posibilidad de que pase, o no, una determinada cosa: “Como ya está recuperado de su lesión, hay probabilidades de ver jugar al defensor el próximo domingo”, “Si uno conduce con responsabilidad y respeta las normas de tránsito, las probabilidades de sufrir un accidente se reducen drásticamente”.