Cuando una pareja decide formalizar su vínculo para convivir en un marco legal y/o acorde a sus creencias religiosas, se une en matrimonio.
Hasta hace algunos años, la posibilidad de contraer matrimonio era exclusiva para heterosexuales pero afortunadamente, para garantizar la igualdad de oportunidades y el respeto por todas las elecciones personales, cada vez más países aceptan e incorporan a sus legislaciones la opción del matrimonio igualitario dirigido a parejas homosexuales (ya sean dos hombres o dos mujeres).
Más allá del género al que pertenezcan los enamorados, es interesante señalar que existe el casamiento por iglesia y el matrimonio civil, en el cual no interviene la autoridad religiosa sino un representante del Estado para certificar la unión en base a la ley civil vigente.
Cuando se trata de un simple trámite para conseguir alguna clase de beneficio económico, social o jurídico y no existe entre los involucrados un vínculo sentimental sino un pacto por interés, entonces se hace alusión a un matrimonio por conveniencia.
Un matrimonio clandestino, en tanto, es aquel que se concreta en las sombras, sin que existan testigos ni autoridades para acreditar la unión. El matrimonio secreto, en cambio, está avalado y autorizado por un responsable pero se celebra en un marco íntimo, sin difusión.
Cuando un príncipe o una princesa celebra una boda con alguien de linaje inferior, por señalar otra posibilidad a tener en cuenta a la hora de investigar distintas clases de uniones matrimoniales, se trata de un matrimonio morganático, figura bajo la cual cada uno de los cónyuges mantiene la condición que tenía antes de concretar el casamiento.