Si uno busca en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) el significado de “mecha”, descubrirá que esta palabra admite múltiples interpretaciones y sirve para describir un gran número de cuestiones.

Se habla de mecha de seguridad, por ejemplo, para aludir a aquella de cáñamo untado con brea y con pólvora en su parte interna que, al encenderse desde un extremo, hace que de manera lenta el fuego se propague hasta la otra punta.

Cabe destacar que, al pensar en mechas entendidas como cuerdas combustibles que permiten alumbrar o generar fuego, adquieren relevancia categorías vinculadas al ámbito militar, donde solían reconocerse las mechas incendiarias (generada en agua salitrada hervida), las mechas de estopines (permitía darle fuego a los cohetes) y las mechas comprobantes (aquellas que permitían calcular la efectividad de una mina).

En el campo de la ciencia ficción, por otra parte, la mecha es un vehículo de grandes dimensiones al cual lo controla, al menos, un piloto. En el mundo del animé, hay mechas de carácter mecánico pero también existen mechas de orden biológico con distintas capacidades.

También es interesante mencionar que esta noción se asocia al Antiguo Egipto ya que, en ese marco, se representaba gráficamente la mecha, dando como resultado al llamado jeroglífico de un mecha.

En materia estética, por otra parte, se presentan como mechas a los mechones de cabello que se tiñen de otro color. Por lo general, las mujeres suelen hacerse mechas localizadas de distintos grosores y en una amplia variedad de tonalidades para iluminar su pelo y disimular las canas.