¿Sabías que la palabra “cohete” tiene distintas aplicaciones e interpretaciones según en qué país se la mencione y el contexto en el cual se la aproveche? En esta nota te aportaremos detalles que te sorprenderán y te permitirán descubrir muchas cosas interesantes en relación a los cohetes.

En primer lugar, hay que tener presente que un cohete es un dispositivo que puede ser empleado como instrumento de investigación científica o, en un entorno bélico, como un arma. Se trata de artefactos capaces de llevar gente al espacio y aterrizar, por ejemplo, en la Luna.

Este tipo de vehículos abarca una extensa variedad de modelos, con dimensiones y particularidades que los vuelven únicos en su clase. Para divertir a los niños apasionados por los cohetes existen además versiones en tamaño pequeño para usar como juguete (algunos incluyen sonidos, luces, etc).

Lejos de esta interpretación, el vocablo permite hacer alusión a los fuegos de artificio que se encienden para celebrar algo. Por ejemplo: “Contentos por el triunfo de su equipo, los simpatizantes tiraron muchos cohetes en la plaza del pueblo”. En México, por otra parte, se utiliza el término como sinónimo de problema, inconveniente o lío; para referirse al efecto de beber en exceso y presentar un cuadro de borrachera y para describir al cartucho de dinamita.

En el campo militar, asimismo, se conoce como cohete a la Congreve al proyectil basado en un tubo de hierro y una cola confeccionada en madera que, por lo general, se empleaba contra la caballería.

Otras categorías que amplían el alcance de la idea de cohete: cohete chispero, cohete de combustible sólido, cohete de combustible líquido, cohete de una o más fases, cohete quemado, cohete tronador, etc.