Origen griego tiene el concepto de trapezoide, una palabra que tiene aplicaciones tanto a nivel geométrico como en el campo de la Anatomía. En los párrafos siguientes, más allá de repasar la teoría desde una perspectiva general, daremos precisiones acerca de las distintas clases de trapezoides que se pueden reconocer.

Para los expertos en Geometría, estas figuras son cuadriláteros cuyos lados opuestos no resultan paralelos. De acuerdo a su apariencia, es posible encuadrarlos en las categorías de trapezoides cóncavos y trapezoides cruzados. Por otra parte, al analizar sus formas podemos establecer si se trata de un trapezoide simétrico o de un trapezoide asimétrico. La definición de trapezoide regular, en tanto, se reserva para aquellos que tienen lados no paralelos de igual longitud y ángulos pertenecientes a un lado paralelo de igual medida.

Resulta interesante mencionar además que, si se tienen en cuenta los lados y los ángulos, entonces será posible profundizar nuestros conocimientos sobre ellos y distinguir entre todas las figuras a los trapezoides isósceles, a los trapezoides escalenos y a los trapezoides equiláteros.

Otro detalle a tener en cuenta al estudiar los trapezoides y sus derivaciones es que, si bien para el matemático Euclides los cuadriláteros irregulares eran trapecios, para Arquímedes y Proclo sí existían diferencias para dividir las categorías en trapecios y trapezoides, según corresponda en cada caso.

De hacer foco en las estructuras óseas, en cambio, encontraremos al trapezoide en la muñeca. Este hueso, el segundo de la fila número dos del carpo, posee seis caras, siendo cuatro de ellas articulares.