Cuando ponemos una rebanada de pan en una tostadora o sobre una plancha caliente obtenemos una tostada. Estos bocados crocantes y de color amarronado se tienen en cuenta para desayunos y meriendas, aunque también pueden acompañar almuerzos y cenas.
Las tostadas, según las preferencias de cada consumidor, sirven de base para toda clase de preparaciones. Hay tostadas dulces a las cuales se les puede añadir miel, dulce de leche, mermeladas o manteca con azúcar y tostadas saladas que se disfrutan con condimentos, ajo, paté, aceite de oliva, manteca untable espolvoreada con sal, jamón o queso.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que además de poder prepararlas en el propio hogar de manera casera, hay numerosas marcas que comercializan diferentes clases de tostadas.
Tampoco se puede pasar por alto que este concepto, a nivel mundial, posee múltiples interpretaciones: en suelo venezolano se considera tostadas a las arepas del día previo que se rellenan con queso, se rebozan con huevos batidos y se fríen, por ejemplo. En la ciudad venezolana de Carora, por agregar más precisiones sobre el tema, un plato típico es la tostada caroreña, con caraotas refritas, carne de cerdo, papas, etc.
En Guatemala y en México, en tanto, las tostadas son tortillas fritas combinadas con distintos ingredientes. Si hacemos foco en las tostadas mexicanas encontraremos como alternativas a considerar a las tostadas de tinga y a las tostadas de frijoles.
Las tostadas francesas, por su parte, son similares a las torrejas. Pueden cubrirse con crema, frutas, azúcar, miel y jaleas, entre otros ingredientes que le aportan sabor y color.