Seguramente muchos de ustedes lleguen a este artículo motivados por la curiosidad de descubrir qué es la tiña. Asimismo, habrá quienes consulten este texto para sacarse dudas en relación a alguna variedad relacionada a este concepto y otros que, simplemente, querrán ampliar sus conocimientos generales y reforzar algunas ideas.

Por esa razón, a continuación no sólo repasaremos la teoría sino que también ofreceremos referencias puntuales sobre las categorías que extienden el alcance de uso de este término derivado de un vocablo latino.

En el campo de la Medicina, según se advierte al consultar profesionales de la salud, la tiña identifica a un grupo de enfermedades generadas por acción de diferentes parásitos que provocan daños en la piel. Esta clase de micosis superficial se conoce además con el nombre de dermatofitosis.

Como puede aparecer en distintas partes del cuerpo y tener profundidad variable, es interesante tener en cuenta que el cuadro recibe diferentes denominaciones. Es posible distinguir, en este marco, a la tiña del cuerpo (corporis), a la tiña de la cabeza (capitis), a la tiña del pie (pedis), a la tiña de la ingle (cruris), a la tiña de la mano (manuum) y a la tiña de la uña (unguium), y otras más profundas como ocurre con la tiña fávica y el Querión de Celso.

Por fuera del ámbito médico y en un lenguaje coloquial, se puede apelar a esta noción para hacer alusión a la escasez o a la miseria de alguien. También se acostumbra nombrar así al gusanillo que provoca daños en las colmenas y a varias clases de plantas.