Resulta interesante la gran cantidad de interpretaciones y aplicaciones que posee el concepto de terno, una palabra que deriva del vocablo latino ‘ternus’. De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), en líneas generales este término alude a la agrupación de tres ítems, objetos, piezas o cosas que pertenecen a una misma especie.

En otros tiempos, por ejemplo, se describía como terno seco al juego de lotería basado en la suerte de tres cifras que solía jugarse en una papeleta sin tener la chance de apostar por los ambos. En territorio ecuatoriano, por otra parte, se presenta como terno sastre a la indumentaria de mujer que consta de una chaqueta y una falda: algo similar ocurre en México, donde se distingue al terno yucateco que, cuando hay ceremonias o festividades, lucen las mujeres mayas campesinas vistiendo un jubón, un hipil y una enagua blanca. Los hombres de cualquier nacionalidad también llevan ternos si su chaqueta, su pantalón y su chaleco han sido confeccionados con una misma tela.

Como resulta evidente, ambos géneros pueden, en diversas circunstancias, usar ternos. Por eso, es posible encargar ternos a medida tanto para damas, caballeros, jóvenes y niños. Si no se dispone de un gran presupuesto, una opción a tener en cuenta es la adquisición de un terno usado.

A nivel religioso, por añadir más información que invite a profundizar nuestros conocimientos en el tema, adquieren relevancia los ternos litúrgicos que los sacerdotes, diáconos y subdiáconos llevan durante las celebraciones solemnes en las cuales están al frente de una misa.