El acto de rezar, una actividad que puede desarrollarse desde edad temprana para cultivar la espiritualidad, da como resultado un rezo. Los contenidos y modalidades de estas oraciones vinculadas a la fe cambian según la religión y el país de origen de cada individuo, por eso es posible distinguir a nivel mundial una gran cantidad de rezos adaptados a múltiples idiomas para que todos puedan aprenderlos y pronunciarlos.
Dentro de los rezos tradicionales de la Iglesia Católica, por brindar información concreta sobre el tema, aparece el rosario, así como existen oraciones que forman parte de los rezos musulmanes. Los rezos judíos y los rezos hindúes, por otra parte, enriquecen la vida espiritual de otros creyentes.
Los fieles más fervientes suelen realizar rezos diarios, aunque las plegarias pueden variar. Hay rezos dirigidos a Jesús, a la Virgen, a Dios, a Alá, a diferentes santos, etc. Asimismo, las oraciones se adaptan a cada ocasión, ya que hay rezos para bodas religiosas, funerales, celebraciones especiales y casos de enfermedad, por ejemplo.
Cabe destacar además que el rezo es individual cuando se lleva a cabo en soledad pero también hay rezos colectivos que se pronuncian en conjunto y en voz alta.
Al profundizar nuestros conocimientos sobre el tema advertimos que, más allá de los rezos con buenas intenciones, existen rezos satánicos que suelen enmarcarse en rituales oscuros.
Los rezos gitanos, los rezos budistas y los rezos templarios son otras opciones que demuestran la diversidad existente a la hora de pedir o agradecer algo a la divinidad o Ser Supremo en el cual uno confía.