Dadas las numerosas interpretaciones y aplicaciones del concepto de pendiente, a continuación ofreceremos datos de interés acerca de las múltiples clasificaciones a las que está sujeta esta palabra que, entre otras cuestiones, refiere a una inclinación y a algo que queda por resolver o concluir (un asunto o asignatura pendiente, por ejemplo, es una cuestión que todavía no se ha realizado, definido o solucionado).
Las inclinaciones de un elemento constructivo, natural o lineal, desde la perspectiva de las Ciencias Aplicadas y la Matemática, son pendientes. Una recta, en este contexto, puede tener, según cómo se incline, una pendiente nula (si se trata de una recta constante), una pendiente positiva (de carácter creciente donde aumentan tanto los valores de X como de Y) o una pendiente negativa (considerada como decreciente porque al incrementarse los valores de X se produce una disminución de los valores de Y).
En el campo de la moda, en tanto, los pendientes son aros que decoran las orejas y otras partes del cuerpo (como las cejas, el ombligo, la lengua, la nariz, etc). A nivel geográfico, por otra parte, las pendientes son declives de un terreno que presentan distintos grados de inclinación, mientras que en Retórica se describe como pendiente resbaladiza a una teoría informal clásica que también recibe la denominación de efecto dominó.
La pendiente crítica que se considera en el ámbito de la Hidráulica y el género de plantas Fuchsia que comúnmente se identifica como “Pendientes de la Reina” son otras categorías que amplían el alcance de esta noción.