Hay mucho de cierto en la frase que asegura que “cada pareja es un mundo” ya que, si bien hay características que permiten englobar a dos seres en un determinado grupo, cada dupla se rige por criterios, necesidades, reglas y principios propios.

Si nos centramos en el vínculo romántico que establecen dos personas, descubriremos la existencia de parejas jóvenes, parejas adultas y parejas de la tercera edad, así como también es posible distinguir entre parejas casadas y parejas de hecho. De igual modo, se puede segmentar entre parejas con y sin hijos. Más difícil es agrupar a los novios o matrimonios teniendo en cuenta su nivel de satisfacción o felicidad porque las relaciones atraviesan altibajos a lo largo del tiempo y las circunstancias influyen en esos valores, pero sí es cierto que hay parejas que, al menos a nivel social, se muestran más felices que otras.

De tener integrantes que gozan de cierta popularidad (como ocurre si los enamorados son músicos, actores, deportistas, etc), entonces se hace alusión a una pareja famosa. Y en base al género al que pertenezcan los involucrados, existe la opción de catalogarla, según corresponda, como una pareja homosexual o heterosexual.

Claro que no siempre la noción de pareja da cuenta de una historia de amor real. En el caso de las parejas artísticas, por ejemplo, puede que el lazo solamente sea de ficción y que la unión de dos personas se concrete específicamente para actuar (pareja actoral) o bailar (pareja de baile). Lo mismo ocurre al hacer deporte: una pareja puede competir pero ello no significa que haya atracción o amor entre sus integrantes.

Si analizamos las particularidades de los animales, por otra parte, encontraremos algunas parejas alfa, compuestas por un macho y una hembra que, respectivamente, tienen el rango mayor dentro de su comunidad.