El concepto de nastia, al menos por el momento, no figura en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). De todas formas, es una palabra que aquellos que se especializan en cuestiones botánicas utilizan para identificar a un movimiento temporal de algunos órganos de un vegetal motivado por un estímulo impreciso y externo.
En función de cuál sea el factor que desencadene estas respuestas, es posible establecer qué clase de nastia se produce en cada ocasión. A fin de orientarlos al respecto, a continuación vamos a compartir datos útiles y precisos sobre las categorías más comunes.
Cuando una herida afecta a un órgano del vegetal, por señalar una posibilidad, tiene lugar una traumatonastia, mientras que la reacción frente a un cambio de temperatura se describe como termonastia.
De experimentar un golpe o un temblor, en tanto, la respuesta de la planta será una sismonastia, como ocurre dentro del género Mimosa y con ciertas plantas insectívoras.
El hecho de que algunas flores se abran en determinados momentos del día, por agregar otra alternativa, constituye una fotonastia, así como la gravedad influye en los vegetales dando origen a geonastias.
Más allá de las opciones señaladas líneas arriba, es importante saber que también hay a nivel general situaciones de nictinastia (caracterizada por cómo se ubican las hojas según sea de día o de noche), de tigmonastia (también conocida como haptonastia, motivada por un contacto), de quimionastia (cuando la planta experimenta modificaciones a raíz de agentes químicos) y de hidronastia (cuando el vegetal reacciona frente a la humedad ambiental).