Se define como mnemotecnia (un vocablo que puede escribirse también sin la ‘m’ inicial) al mecanismo de asociación mental que hace más sencillo el proceso de recordar una cierta información a partir de su relación con datos ya procesados y conocidos.
Para lograr la memorización de números, conceptos, definiciones y palabras extranjeras hay muchas tácticas que pueden aprovecharse a cualquier edad en una infinidad de ámbitos y situaciones. Al analizar las estrategias más comunes, ganan relevancia dos categorías específicas: una que se conoce como mnemotecnia visual y otra que se describe como mnemotecnia verbal.
En el primero de los casos mencionados, indican los expertos en el tema, se estimulan los recuerdos en base a imágenes que uno puede observar en la vida cotidiana y aprovechar en su mente para asociarlo con información concreta. Con el llamado método de la cadena, por señalar una opción a modo de ejemplo, uno logra encadenar elementos que se relacionan entre sí, permitiendo así armar un listado en el cual el primer ítem te recuerda al segundo y éste te lleva por alguna razón al tercero y así sucesivamente. También dibujar una historia en la cual se incluyan los conceptos a memorizar focalizándose en objetos que uno puede ver enriquece a la mnemotecnia visual.
La mnemotecnia verbal, por su parte, tiene a las palabras como aliadas. Al desarrollar acrónimos y realizar acrósticos es difícil que uno olvide términos importantes. Asimismo, elaborar rimas o apelar a canciones son parte de otros recursos que uno tiene a disposición para retener datos en la memoria.