Entre todas las opciones que ofrece la literatura para cautivar a personas de diversas generaciones aparece como alternativa a tener en cuenta la literatura fantástica.

Esta categoría donde se nuclean los relatos en los cuales hay elementos extraordinarios y fenómenos sobrenaturales ha tenido a lo largo del tiempo múltiples exponentes de diferentes nacionalidades que enriquecieron con sus historias a las diferentes modalidades de literatura fantástica.

Al respecto, es interesante señalar que hay textos clasificados en el conjunto de fantástico maravilloso (la versión más cercana a lo fantástico puro, donde hay una duda entre el personaje y el lector frente a un episodio raro), en el de extraño puro (los hechos narrados, pese a ser insólitos e increíbles, se explican desde una perspectiva racional por parte de la interpretación y deducción de indicios que le llegan al lector real), en el de fantástico extraño (los acontecimientos de raíz sobrenatural consiguen una explicación de carácter racional que surgen del mismo texto y no a partir de hipótesis del lector) y en el de lo maravilloso puro (como ocurre con los cuentos de hadas).

Por otra parte, hay quienes desarrollan propuestas de lectura enmarcadas en lo maravilloso-hiperbólico (los acontecimientos son exagerados y sobredimensionados, de ahí que se los considere sobrenaturales), en lo maravilloso-instrumental (narraciones en las cuales se mencionan recursos tecnológicos imposibles para el tiempo en el cual transcurre la acción pero creíbles) o en lo maravilloso-exótico (formato donde se mezclan elementos sobrenaturales y naturales, exponiendo sucesos extraordinarios sin presentarlos como tales), ampliando de este modo las maneras de desarrollar una obra de literatura fantástica.