El concepto de lista es usado con mucha frecuencia en múltiples ámbitos, incluso en la vida cotidiana ya que, por ejemplo, para no olvidarnos nada al salir a comprar hacemos una lista de supermercado (o de compras) con los productos que necesitamos. Una lista de espera, en tanto, incluye los nombres de los pacientes que, por diferentes patologías, aguardan un trasplante. La lista de boda, por su parte, se arma para que familiares y amigos de la pareja que celebrará su casamiento sepan qué obsequiarle.

Las listas negras, por señalar otra posibilidad, son enumeraciones de entidades o individuos que están considerados por quien confecciona dicho inventario como enemigos o peligrosos.

Más allá de los casos señalados líneas arriba, es interesante saber que también existen las listas de correos (oficina donde se envía la correspondencia y encomiendas para que los destinatarios las retiren), las listas de cartería (lugar al que se derivan los envíos postales que no se han entregado en el domicilio de los destinatarios), la lista civil (tal como se identifica a la dotación que, en el presupuesto del Estado, se asigna al monarca y a sus familiares) y las listas electorales (donde figuran los candidatos a obtener un cargo político en el marco de una votación).

Asimismo, es posible hacer alusión a las listas de correo electrónico (para enviar un mismo mensaje a un gran número de usuarios por medio del servicio de e-mail) y a las listas de contactos (agrupación de usuarios de Internet con los que uno puede vincularse a través del teléfono móvil o de la mensajería instantánea), por agregar más referencias.