La gasolina, una sustancia que resulta de una mezcla de hidrocarburos en estado líquido que surgen al destilar el crudo del petróleo para luego tratarlo de manera química, es un producto que muchos vehículos a motor utilizan como combustible.

Los expertos en este tema identifican una amplia variedad de gasolina, la cual en los primeros tiempos de comercialización se podía conseguir con o sin plomo. En la actualidad se hace alusión a la gasolina de destilación directa, por ejemplo, cuando se evidencia la falta de hidrocarburos no saturados y el contenido aromático se halla entre diez/veinte por ciento. La gasolina sintética, en tanto, se obtiene por medio de procesos de carácter termoquímico a partir de gas natural, biomasa o carbón.

La gasolina de pirólisis desbencenizada, por su parte, constituye un subproducto del desarrollo de etileno en base a la nafta ligera, así como la biogasolina es aquella que se produce en base a biomasa. De utilizar ácido nafténico y ácido palmítico, se genera napalm, un combustible que también recibe el nombre de gasolina gelatinosa y que, por su capacidad para producir una combustión más duradera respecto a la gasolina simple, ha sido aprovechado por varios ejércitos en distintos conflictos bélicos.

Cabe destacar por último que, a nivel artístico, este concepto se ha adoptado para dar lugar al nombre de una historieta desarrollada por Francisco Ibáñez bajo el título de “Gasolina… ¡La ruina!” y para identificar a una canción de Daddy Yankee que obtuvo un gran éxito a nivel mundial, por indicar dos casos a modo de referencia.