Quienes se dedican a la repostería de manera profesional así como aquellos que, por hobby, toman clases para aprender a hacer en su hogar todo tipo de preparación dulce en muchas ocasiones apelan al fondant para cubrir tortas, cupcakes, galletas y budines.

Se trata de una pasta comestible a base de agua, azúcar y glucosa (entre otros ingredientes) que posee mucha elasticidad y puede adquirir diferentes formas y colores.

A la hora de elegir cómo recubrir un bizcochuelo o aprovechar el fondant, podemos seleccionar la variedad sólida y elástica de fondant que, al secarse, adquiere una apariencia lisa de tonalidad mate; apostar por un fondant frío o bien usar fondant líquido para conseguir un resultado liso y con brillo. Resulta interesante resaltar además que el fondant, que una vez terminado puede llegar a conservarse en buenas condiciones durante varios meses, sirve como cobertura pero también para rellenar bocados.

De no querer experimentar en el propio hogar con recetas conseguidas por Internet o copiadas de algún programa televisivo para ahorrar tiempo y no enfrentar el riesgo a arruinar el postre, es posible adquirir fondant listo para usar en distintas tiendas especializadas en productos de repostería.

Por último, no se puede dejar de recordar que el fondant puede ser adaptado a múltiples sabores, aspectos e ingredientes. Como alternativas a tener en cuenta aparecen el fondant de chocolate, el fondant de nubes, el fondant de leche, el fondant de vainilla y el fondant de limón, entre muchas otras que diversifican a esta dulce preparación capaz de cautivar a personas de todas las edades.