Cuando algo o alguien queda supeditado a un poder superior se genera una relación de dependencia. Estos vínculos pueden generarse en múltiples ámbitos por razones diversas, por eso es interesante aprender a diferenciarlos según las características que presenten.

Antes de detallar cada categoría, conviene tener en cuenta que este concepto de amplio alcance está presente en la Psicología, la Medicina, la Geografía, la Política, la Matemática y el Derecho, entre otras disciplinas.

La drogodependencia, por ejemplo, es una situación de adicción a los estupefacientes, marco en el cual la persona requiere tratamiento para poder recuperarse y dejar las drogas.

De asociarlo a la idea de nación o Estado, donde los integrantes de un pueblo tienen derechos y obligaciones pero también pueden tener recortadas sus voluntades y, por lo tanto, una libertad limitada, pueden existir casos de dependencia política, dependencia cultural y dependencia económica. La dependencia de poderes puede ser otra realidad dentro de un país.

En análisis de conjuntos matemáticos, por otra parte, pueden advertirse relaciones de dependencia entre los elementos de un grupo si estos tienen una relación binaria simétrica y reflexiva. En Matemática y Lógica, además, existen entes que pueden ser expresados como funciones matemáticas de otros entes a raíz de la dependencia funcional, cuyo teorema permite enlazarlo a la idea de dependencia lineal.

Los índices demográficos, en cambio, permiten establecer una tasa de dependencia vinculando a la población productiva con la población dependiente de ella.

Cuando una zona o área, por diferentes motivos, no consigue soberanía ni declararse independiente, asimismo, se lo señala como un territorio dependiente.