Una adicción es una enfermedad que se caracteriza por la dependencia y abuso que hace quien la padece en relación a una sustancia o actividad.
Al no poder controlar sus acciones por estar sometido a la necesidad de depender de algo o alguien, el enfermo comienza a padecer consecuencias graves que perjudican su calidad de vida.
Las conductas compulsivas pronto generan daños en la salud, así como también provocan quiebres en el entorno del adicto, por eso es fundamental que sus allegados detecten y acepten el problema en cuanto sea posible y se acerquen al sujeto para darle contención y conseguir que desee solucionar su padecimiento por las vías adecuadas.
Cabe destacar que, si bien se puede ser adicto a diversas cosas, en todos los casos se necesita voluntad, asesoramiento y ayuda profesional para superar la adicción. Para que el proceso de recuperación sea exitoso, lo primero que se necesita es que el enfermo se reconozca a sí mismo como adicto, por ejemplo, al alcohol, al tabaco o a algún tipo de droga. Una vez convencido de querer salir de ese pozo, debe rodearse de profesionales idóneos que lo ayuden a alejarse de forma gradual pero definitiva de aquellas tentaciones que tanto mal le hacen.
Al respecto, es necesario tener en cuenta que cada adicción y cada cuadro de dependencia exigen tratamientos específicos y personalizados ya que no sólo se puede ser adicto a una sustancia, sino también al juego (ludopatía), al robo (cleptomanía), al acto de mentir de forma compulsiva (mitomanía) o, incluso, al trabajo.