Se describe como bajo a todo aquello que posea una altura escasa (“Prefiero usar zapatos bajos, me siento incómoda con tacos”, “Ese mueble es muy bajo para ubicar un televisor”). Asimismo, se aprovecha la noción para indicar que algo está en un nivel inferior en relación a otro elemento o cuestión de la misma naturaleza; que está debajo de algo (“Dejá el coche bajo techo si no querés que se moje por la lluvia”); que está sometido, subordinado o depende de otra cuestión (“Recuperó su libertad bajo fianza”, “Llegó al mundo bajo el signo de Piscis”); que tiene poca intensidad sonora (“Dejé la radio a un volumen bajo para poder estudiar tranquila”) y que una determinada cosa carece de relevancia o calidad.
Resulta interesante señalar que, en el plano de la música, este concepto posee una gran importancia ya que, además de identificar a una clase de instrumento musical, permite hacer alusión a registros de voz. Hay voces masculinas graves que se reconocen como bajo y, a partir de esta denominación, aparecen las alternativas de bajo profundo, bajo ligero, bajo buffo, bajo Hoher, bajo Helden y bajo caractère, según los matices registrados.
También existen en este ámbito artístico una antigua metodología de composición conocida como bajo continuo, un sistema de cifrado musical señalado como bajo cifrado y un acorde bajo de acuerdo a la armonía musical. De dirigir nuestra atención a los instrumentos, encontraremos propuestas como el bajo eléctrico, el bajo acústico y el contrabajo, así como el bajo de doce cuerdas triples, el bajo sexto, el bajo de rango extendido y el bajo sin trastes.