Una comunidad se enfrenta a un problema social cada vez que muchas personas padecen un cierto inconveniente o dificultad que afecta su bienestar y requieren para la solución de dicho cuadro una acción colectiva por parte de la sociedad. Cuando un sector de la población o todos los ciudadanos enfrentan realidades que entorpecen o impiden el progreso o el desarrollo, entonces hay un problema social que debe ser abordado y resuelto desde el Estado.

La vigencia y el alcance de estas contrariedades permiten analizarlos, según corresponda, como problemas sociales actuales, problemas sociales antiguos, problemas sociales locales, problemas sociales nacionales y problemas sociales internacionales. Asimismo, es posible segmentarlos en función de su ubicación en las categorías de problemas sociales urbanos y problemas sociales rurales.

De tener en cuenta las temáticas vinculadas a los problemas sociales que se desencadenan en una determinada sociedad en un momento específico de la historia, entonces ganarán relevancia las categorías de salud (englobando a los problemas sociales relacionados con enfermedades, adicciones, hábitos poco saludables y cuestiones sanitarias), seguridad (abarcando a los problemas sociales desencadenados por la violencia, la delincuencia, la justicia deficiente, etc), educación (problemas sociales derivados de la falta de escolaridad, los índices de deserción escolar, etc), ecología (problemas sociales que guardan relación con el medio ambiente como sucede con los efectos de la contaminación y de la tala indiscriminada, por ejemplo) y convivencia (contexto en el cual se visibilizan problemas sociales como el racismo, la homofobia, el bullying, etc), por enumerar algunas temáticas generales fáciles de identificar en la vida cotidiana.