Tanto dentro como fuera de nuestro hogar observamos a diario diferentes clases de luminarias. Esta palabra, la cual se aprovecha como sinónimo de lámpara, tiene múltiples significados avalados por el diccionario de la Real Academia Española (RAE) y da lugar a múltiples categorías, por eso en esta oportunidad haremos foco en sus aplicaciones y clasificaciones a fin de aportar datos de interés sobre el tema.
Más allá de variar en antigüedad (hay luminarias viejas, incluso ya en desuso, y otras modernas), estos productos se diferencian entre sí por tecnología, funcionamiento, ubicación y tamaño.
En las calles, por ejemplo, el alumbrado se logra con la instalación de luminarias públicas, mientras que en sitios privados (ya sean residenciales o comerciales) la iluminación se garantiza con luminarias acordes, según corresponda, a ambientes interiores o exteriores.
Una opción de carácter ecológico destinada a la vía pública, por señalar una posibilidad, es la luminaria solar alimentada con un panel fotovoltaico, así como a la hora de decorar y realzar la belleza de un lugar se puede apostar por las luminarias artesanales de diseño exclusivo, ya sean luminarias de techo, de pared o de pie. Claro que, para no fallar en la elección, hay que saber si se instalarán las luminarias en un parque, en un balcón, en una cocina o en un baño, por ejemplo.
Las luminarias rústicas y las luminarias fluorescentes son, al igual que las enumeradas líneas arriba, otras alternativas a tener en cuenta al momento de elegir de qué modo y con qué intensidad iluminar un cierto espacio.