Varias interpretaciones tiene, a nivel internacional, la idea de merengue. Mientras unos piensan en un baile popular que se originó en República Dominicana, otros dirigen sus pensamientos hacia una dulce tentación que se puede disfrutar como parte de una preparación gastronómica o sin ningún agregado. Los aficionados al fútbol, en tanto, aprovechan esta palabra para identificar a quienes juegan o alientan al club español Real Madrid.
Si nos centramos en el merengue que se elabora para consumo humano, entonces podremos diferenciar entre merengues blandos, semiduros y duros. También tenemos la posibilidad de clasificarlos de acuerdo a cómo se preparan, ya que hay un merengue básico o francés que se obtiene tras batir claras con azúcar, un merengue italiano que incluye almíbar, azúcar y claras que deben estar batidas a punto de nieve (versión ideal para preparaciones aireadas), un merengue suizo (el batido de las claras con azúcar se realiza a baño María y el resultado es recomendable para rellenar tartas y otros postres) y un merengue chino (el cual incluye múltiples condimentos). Hay que tener en cuenta que a los merengues también se los puede teñir para darle distintas tonalidades y combinar con una amplia gama de productos para fusionar sabores.
A nivel musical, por otra parte, se puede reconocer a la modalidad de merengue house, tal como se ha bautizado al ritmo que la comunidad dominicana afincada en Nueva York (Estados Unidos) creó a partir de la mezcla entre el merengue tradicional y el house norteamericano. En Venezuela, en tanto, se popularizó el merengue rucaneao, también conocido como venezolano.