El concepto de magia está asociado a las ideas de hechizos y encantos, así como también a los trucos que los ilusionistas realizan en sus shows para sorprender e impactar al público.
Entendida como ciencia oculta, la magia es un arte que se vale de palabras y acciones para lograr hechos que se oponen a las leyes naturales.
Hay quienes, por ejemplo, creen y practican la magia negra, basada en ritos que apelan a la asistencia del diablo o a la ayuda de fuerzas oscuras para alcanzar resultados extraordinarios. La magia blanca, en tanto, es presentada como aquella que de manera natural deriva en realidades observables resulten o no creíbles y explicables. Al comparar ambas, también se define a la magia blanca como todo acto o método que persigue fines positivos o benéficos, mientras que la magia negra se vincula al mal. Por otra parte, hay que señalar que existen personas que confían y apuestan por la denominada magia roja, marco en el cual se emplea sangre o tejidos vivos para hacer “trabajos” que, según la creencia, permitan destruir o manipular la voluntad de alguien.
Cabe destacar que todos los actos de brujería, cábalas o de invocación de espíritus están englobados en la categoría de magia no natural.
El antropólogo escocés James George Frazer, en tanto, concibe como magia teórica a las reglas que establecen el desarrollo de ciertos hechos a escala global y presenta como magia práctica a la serie de pautas o disposiciones que el ser humano cumple o respeta para lograr determinados fines. En este último caso, además, diferencia entre magia imitativa y magia contaminante.