Una parte fundamental de las computadoras es la unidad central de procesamiento (componente más conocido como CPU, cuya sigla corresponde a la expresión inglesa Central Processing Unit), la cual interpreta las instrucciones de cada programa informático que se ejecuta y procesa los datos.
Es posible identificar al CPU como uno de los componentes esencial de una computadora, junto a los soportes de almacenamiento primario (como el disco rígido) y a los dispositivos de entrada/salida.
El progresivo surgimiento de equipos informáticos en el mercado tuvo su correlato en la ampliación de la oferta en materia de CPU, una tendencia que permitió a muchos usuarios y expertos apreciar de forma concreta los avances de la tecnología.
Al repasar todos los tipos y modelos de CPU que se desarrollaron hasta el momento, resulta imposible no maravillarse ante las transformaciones y mejoras de este elemento.
En otros tiempos, por ejemplo, se popularizaron las CPU basadas en tubos de vacío ya que ofrecían una velocidad óptima para la época, aunque sus fallos generaban problemas de confiabilidad. Por ese entonces, también existían las CPU de relés eléctricos, aunque ambos quedaron atrás cuando surgieron las CPU transistorizadas, más complejas y confiables que las anteriores ya que utilizaban una o más tarjetas de circuito impreso que poseían componentes discretos.
En la actualidad, los CPU de transistores suelen producirse en un circuito integrado, que permite contar con muchos transistores fabricados en una misma oblea que se basa en un chip o semiconductor. Puede decirse que el circuito integrado conocido como microprocesador es el tipo de CPU más importante de una computadora actual, ya que actúa como su “cerebro” y procesa las operaciones más relevantes.