En el mundo existe un gran número de gente que posee en su organismo alguna clase de verruga. Este concepto, derivado de la palabra latina verrūca, describe al bulto o protuberancia que se observa a simple vista sobre la piel de diferentes partes del cuerpo.
En la mayor parte de los casos, estas prominencias que según determinaron los profesionales de la salud surgen a raíz de un virus (el del Papiloma Humano) no generan dolor ni ponen en riesgo la salud de quien las padece, pero sí pueden causar picazón. Varias de ellas, además, tienen un aspecto poco agradable, razón por la cual muchas personas consultan dermatólogos y solicitan la extirpación de la verruga por cuestiones estéticas.
Cabe resaltar que son múltiples las clases de verrugas que uno puede llegar a tener a lo largo de su vida. Dejando de lado a las más comunes (que crecen generalmente en la zona de las manos), se pueden citar como posibilidades las verrugas de estructura plana (que frecuentemente se hacen visibles durante la niñez, en la parte superior del rostro), las verrugas genitales (las cuales atacan la zona genital y pueden crecer tanto dentro como fuera del aparato reproductor) y las verrugas de tipo plantar (una de las protuberancias más incómodas y punzantes que a menudo se extirpan o queman por provocar serias dificultades de movilidad).
Si las verrugas, en cambio, crecen en torno a las uñas (ya sea debajo de ellas o a su alrededor) de alguno de los pies o las manos, se las define como periungueal o subungueal, de acuerdo a cada caso.