Se conoce como tuberculosis a una enfermedad que tiene múltiples variantes. Si bien a nivel general se la puede definir como una infección de carácter contagioso, se diagnostica de diferentes maneras de acuerdo al órgano que afecte.
En esta oportunidad, describiremos distintos tipos de tuberculosis con la intención de mantenerlos informados y de recordarles la importancia de tomar siempre medidas de prevención, sea para evitar este padecimiento o cualquier otro. Las vacunas, la vida sana y la higiene adecuada en el hogar son parte de las acciones a tener en cuenta para no ser afectado por la tuberculosis.
De repasar las múltiples formas existentes de desarrollar tuberculosis, adquiere relevancia por ejemplo la tuberculosis miliar, la cual se caracteriza por generar granulaciones tuberculosas que se distribuyen en el área del órgano que ha sido dañado y por afectar en mayor medida a quienes tienen alteraciones importantes en su sistema inmunológico.
Una notoria rigidez en la zona de la nuca y un dolor agudo de cabeza, por otra parte, son síntomas que se asocian a la tuberculosis meníngea, que según los profesionales de la salud es un tipo de meningitis de raíz bacteriana.
La tuberculosis osteoarticular, en cambio, se desencadena cuando un bacilo logra llegar por la sangre a alguna articulación o estructura ósea después de una infección pulmonar. La tuberculosis gangliolar, asimismo, provoca entre otros inconvenientes la inflamación de los ganglios linfáticos.
Además de las mencionadas, es posible identificar a la tuberculosis oftálmica (daña en primer lugar al iris del ojo), a la tuberculosis cardiovascular (provoca lesiones en el corazón), a la tuberculosis del sistema nervioso central (con desarrollo en médula espinal, meninges y cerebro) y a la tuberculosis genitourinaria (considerado un factor de esterilidad).