Para comprender sin mayores dificultades el concepto de trader es fundamental tener nociones aunque sea básicas de finanzas o economía. Es que este término identifica a la entidad o individuo que se encarga de adquirir y/o comercializar instrumentos financieros en el rol de operador de cobertura, especulador o agente intermediario.
De acuerdo a quienes dominan esta idea con raíces inglesas, los traders pueden desempeñarse de manera independiente por cuenta propia, realizar actividades en el marco de una entidad bancaria o ser parte de un fondo de inversión.
Cuando las actividades están centradas en el largo plazo, señalan los expertos, se hace referencia, en inglés, a un “position trader” (opción que suelen elegir los inversores tradicionales, donde hay inversiones por dividendo y hay posibilidad de incrementar las posiciones bajo una estructura piramidal), mientras que la acción focalizada a un periodo de tiempo cercano caracteriza a un “swing trader” (modalidad que posee costes operativos bajos, demanda poco tiempo, posee un horizonte temporal que no supera las diez jornadas). Si las operaciones son casi para un plazo inmediato, entonces se hace alusión a un “intraday trader” o “day trader” (para este ejercicio es necesario estar al tanto de la agenda macroeconómica diaria, llevar adelante una gestión monetaria de carácter profesional y tener un estricto control del riesgo). Los “scalpers”, en tanto, son traders que ejercen su rol de manera intensa y están atentos a todos los movimientos (con o sin gráficos) para poder realizar, numerosas veces al día, la extracción de cantidades pequeñas de pips o puntos.