Algunos lo llaman timer, otros temporizador y hasta hay quienes lo definen como minutero. Denominaciones al margen, lo concreto es que en esta oportunidad vamos a hacer referencia al dispositivo que brinda la posibilidad de controlar el tiempo.
Se trata de un elemento que pone en funcionamiento un sistema durante un plazo programable y que permite calcular, por ejemplo, cuántos segundos tenemos a disposición para ubicarnos frente a una cámara fotográfica preparada para disparar de manera automática o para evacuar un lugar cuando se planea detonar un explosivo.
Este producto se comercializa con distintas características y formatos, por eso resulta interesante conocer la variedad a fin de elegir el más indicado de acuerdo al uso que le daremos.
Existen, por mencionar algunas opciones, los timer digitales sencillos con luces LED, los temporizadores programables de intervalos tenidos en cuenta por los especialistas en computación y los temporizadores mecánicos con diseños originales que se utilizan al cocinar para calcular tiempos de cocción.
Asimismo, hay temporizadores incluidos en los sistemas de los hornos microondas, secadoras y lavadoras, entre otros artefactos de uso cotidiano. En edificios donde hay varios pisos, por otra parte, los temporizadores se aprovechan para programar cuándo se apagarán las luces de los espacios comunes. También hay temporizadores para riegos automáticos de jardines o parques y otros que permiten programar el encendido o apagado de una estufa.
El timer electrónico, el timer analógico y el timer online son otras alternativas que le aportan diversidad a estos elementos que permiten calcular y medir el tiempo con diferentes propósitos.