Tipos de tabaco


Estamos acostumbrados a asociar el concepto de tabaco directamente con los cigarrillos que crean dependencia en numerosas personas alrededor del mundo, pero cuando ahondamos en el significado de este término podemos advertir que la idea es mucho más amplia y que engloba diversas acepciones.

En primer lugar, no se puede dejar de tener presente que el tabaco es una planta de aroma fuerte y de propiedades narcóticas que posee frutos y una gran cantidad de semillas diminutas. Asimismo, la teoría dice que tabaco también es el nombre que se le otorga a la hoja de esa planta ya preparada para múltiples fines, que describe a los cigarros puros y que identifica a una enfermedad exclusiva de los árboles. Ya de un modo más general, se suele emplear el vocablo para hacer referencia a una tonalidad específica de la gama del marrón.

A fin de ofrecer una información mayor del producto al que hace mención, a veces este término se acompaña por adjetivos o forma parte de alguna frase que le otorgan precisión, tal como ocurre cuando se habla de tabaco capero (aquel que se destina a cubrir cigarros) o de tabaco cucarachero (aquel armado con hojas cortadas tras su maduración y carentes de compostura).

Otras clases de tabaco que permiten conocer otras variedades de este producto: tabaco colorado (nombre que se le otorga a los cigarros puros de tonalidad clara y más suaves que los maduros), tabaco de barro (versión en polvo y mezclada, como su nombre lo indica, con barro), tabaco de palillos (el creado con las venas y tallos de la planta, convertido en polvo y aromatizado con diferentes sustancias) y tabaco negro (apto para pipa o para ser fumado en papel, se puede picar y se aromatiza con miel), aunque las variedades fabricadas y consumidas a nivel mundial son muchas más.