Varios son los significados que la Real Academia Española (RAE) le atribuye al concepto de soporte. Por un lado, se puede interpretar el término como sinónimo de sostén, puntal o apoyo, pero también es posible hacer referencia a esta noción en el ámbito de las telecomunicaciones para identificar al material que permite grabar y contener datos, como ocurre con una cinta de video, un disco compacto o simplemente un papel.
En Heráldica, por otra parte, se define como soporte a cada figura que aparece como sostén de un escudo, mientras que los expertos en Química señalan como soporte a las sustancias inertes que sirven como superficie de contacto o permiten fijar un reactivo.
Se trata, en definitiva, de una palabra interesante para analizar ya que tiene un alcance amplio y puede ser adaptada en cada ocasión para hacer referencia a cuestiones diferentes.
La estructura que funciona como soporte para un televisor, por ejemplo, no posee las mismas particularidades que un soporte técnico, tal como se define a la asistencia que una empresa brinda para solucionar eventuales problemas o responder ciertas dudas de usuarios o clientes. Los médicos, por su parte, incluyen dentro de su vocabulario la expresión “soporte vital” para aludir a maniobras desarrolladas para salvar o mantener con vida a un individuo, mientras que los publicistas desarrollan soportes publicitarios para transmitir ideas y extender las vías de comunicación para que el mensaje llegue al público.
El soporte de anclaje, el soporte de una función, el soporte pictórico y el soporte lógico son otras alternativas que demuestran la diversidad de aplicaciones que tiene la idea de soporte.