El concepto de sabana posee una acepción general y varias aplicaciones que lo vuelven trascendente en diversas temáticas. Su uso más extendido a nivel general da cuenta de que se trata de un espacio llano de grandes dimensiones en el cual casi no se advierten árboles. Consiste, de acuerdo a los expertos en ecosistemas, de un entorno natural que posee particularidades del bosque y otras propias de los pastizales.
Las sabanas, que marcan por sus características ambientales la transición entre una selva y un semidesierto, se localizan en su mayor parte en áreas tanto tropicales como subtropicales.
Las sabanas ubicadas en franjas intertropicales, están influidas por dos estaciones que se diferencian entre sí por el nivel de precipitaciones, dando lugar a un periodo seco y otro lluvioso. Las sabanas montañosas, por su parte, aparecen en regiones alpinas y subalpinas, y son hábitat de especies de carácter endémico.
La sabana arbustiva de Somalia, la sabana de acacias de África Oriental, la sabana boscosa conocida a nivel internacional como Miombo y la sabana sudanesa son algunas ecorregiones que permiten saber con más precisiones qué es y cómo es una sabana.
Más allá de este significado, en distintos rincones del mundo se aprovecha la noción para identificar a localidades, distritos y barrios. Así ocurre, por mencionar ciertas referencias, en la provincia argentina de Chaco con la localidad bautizada como La Sabana; en la provincia colombiana de Cundinamarca frente a las llamadas Provincia de Sabana Occidente y Provincia de Sabana Centro; y en Puerto Rico a partir de barrios como los de Sabana Eneas, Sabana Hoyos y Sabana Abajo.