Semanas después de haber hecho una referencia general a las clases de respiración existentes y haber profundizado el tema con precisiones relacionadas a las respiraciones de los animales y a las particularidades de la respiración aerobia, en Tipos.com.mx llega el momento de complementar esos datos haciendo foco en la respiración celular.
De acuerdo a quienes se especializan en estas cuestiones, el procedimiento mencionado como respiración celular consiste en la oxidación de moléculas por parte de las células, encargadas de degradar los compuestos orgánicos (los cuales se consiguen a partir de los alimentos que consume el organismo o de las reservas que cada cuerpo tenga) para transformarlos en inorgánicos y, a partir de entonces, poder aprovechar la energía generada.
Al hacer hincapié en este proceso que tiene lugar en la mitocondria (tal como se conoce en Biología al orgánulo perteneciente a células eucariontes) se advierte la existencia de dos modalidades de respiración celular: una aeróbica y otra anaeróbica. La primera de las citadas, basada en la obtención de energía a partir de moléculas orgánicas donde el oxidante es el oxígeno y el carbono, el agente oxidado, es realizada por casi todas las células y convierten a los organismos donde la llevan a cabo en seres aeróbicos.
La respiración anaeróbica, en cambio, es un metabolismo propio de determinados microorganismos que no aprovechan el oxígeno para oxidar monosacáridos. Aunque en líneas generales es común confundir esta noción con la idea de fermentación, es importante tener presente que, a diferencia del proceso de respiración, en la fermentación no toma intervención una cadena transportadora de electrones.