El acto y consecuencia de reflexionar se define como reflexión. Este término, derivado del vocablo latino reflexĭo, también describe en el campo de la Física al resultado de reflejar algo y, en Gramática, a la forma de desarrollarse la acción de los verbos de carácter reflexivo.

Si se la concibe como sinónimo de pensamiento, la reflexión puede ser encuadrada en infinitos grupos según sea el contenido que prevalezca en ella. Al respecto, se puede decir que existen reflexiones sobre el amor, reflexiones sobre la vida, reflexiones religiosas, reflexiones sobre política y reflexiones sobre la amistad, por dar algunos ejemplos posibles.

Entendida desde la Física, la idea de reflexión puede segmentarse en múltiples categorías, tales como la de reflexión interna total, reflexión acoplada compleja y la de reflexión sísmica (aquella que sucede cuando diferentes capas de nuestro planeta logran reflejar las ondas sísmicas generadas por terremotos u otros fenómenos similares), entre otras.

Ya por fuera de esta disciplina, y teniendo en cuenta criterios diferentes, es posible distinguir a las reflexiones del sonido, a la retrorreflexión (como se conoce a la capacidad de ciertas superficies para reflejar la luz en dirección hacia su fuente), a las reflexiones especulares (interpretadas desde la mecánica cuántica), a las reflexiones computacionales (propias de la Informática, indican la capacidad de posee un programa de computadora para analizar y alterar su esquema de alto nivel), a las reflexiones de neutrones, al círculo de reflexión y a los ángulos de reflexión, por citar algunas más a modo de referencia.