Tipos de rastrillos


El rastrillo es un elemento utilizado a lo largo de la vida con diferentes fines. Los más pequeños juegan con coloridos rastrillos de plástico en la playa para dejar marcas sobre la arena, mientras que los adultos emplean rastrillos de alambre o de hierro para mantener limpio de hojas, ramas y pastos secos a un jardín. En países como Colombia y México, además, esta palabra refiere a las máquinas de afeitar que los hombres suelen usar para quitarse o emparejar la barba y/o el bigote. En la Edad Media, asimismo, se definía como rastrillo a la puerta con rejas que protegía la entrada principal de fortalezas, edificios, alcázares y castillos.

Más allá de los materiales con los que se fabrique y las áreas de aplicación, es interesante destacar que, según el presupuesto disponible para la adquisición de este producto, es posible diferenciar entre rastrillos nuevos (a estrenar) y rastrillos usados (generalmente, de segunda mano).

La oferta al respecto abarca desde rastrillos hileradores, rastrillos para jardinería, rastrillos para briznas y rastrillos forestales hasta rastrillos giroscópicos, rastrillos en V y rastrillos maineros, por enumerar varios a modo orientativo.

También es importante considerar la cantidad de dientes de cada uno de estos elementos ya que se pueden conseguir rastrillos pequeños de cuatro dientes (con mango de madera, por ejemplo), varios con arco dotados con diez dientes, otros reforzados y medianos de doce dientes, algunos livianos sin mango de 16 dientes y herramientas grandes que superan los 32 dientes, entre otras alternativas a tener en cuenta.