Todo aquello que pulsa, indica la teoría, se describe como pulsador, una palabra que también identifica al botón de un dispositivo eléctrico que se activa al ser presionado con un dedo.

Al buscar precisiones sobre estas piezas presentes en una gran cantidad de equipos de uso frecuente uno descubre la existencia de pulsadores timbre, pulsadores circulares, pulsadores extraplanos, pulsadores con señalizador y pulsadores basculantes.

En caso de incendio, por otra parte, resultan de gran utilidad los pulsadores manuales de alarma, los cuales pueden tener una presentación tipo americano (basados en una palanca que se debe tirar) o de tipo europeo (dotados con un botón). Los sistemas modernos, además, poseen un LED rojo que se prende cuando se los activa. Cabe destacar asimismo que hay mecanismos que se abren y se cierran con una llave para recuperar su estado original una vez que se los ha utilizado. De tener el objetivo de detectar incendios, estas instalaciones pueden ser convencionales (los cuales no especifican qué elemento se activó) o direccionables (capaces de indicar la ubicación exacta del elemento activado). Los sistemas que se diseñan para la extinción automática del incendio, en tanto, se subdividen de acuerdo a sus características en las categorías de pulsador de bloqueo de extinción (identificado con el color azul) y de pulsador de disparo de extinción (según la normativa europea, tiene que ser diseñado en tono amarillo).

Las personas que viven solas y presentan una discapacidad, tienen edad avanzada o, por alguna razón de peligro y vulnerabilidad, requieren un sistema especial de protección a distancia, por reflejar otro uso de los pulsadores, cuentan con un aparato de teleasistencia que consta de un pulsador con formato de pulsera o de medallón que, al ser accionado desde el domicilio, establece una comunicación telefónica con un centro de atención para poner en marcha un plan que resuelva cuanto antes la situación que provocó el mensaje de alerta.