En el ámbito laboral es posible reconocer una amplia variedad de puestos de trabajo, es decir, de roles y espacios que ocupa cada individuo que posee empleo.
Según las características y modo de llevar a cabo cada tarea, es posible diferenciar los puestos de trabajo manuales (en los cuales las actividades son artesanales) frente a los puestos de trabajo mecánico-manuales (donde intervienen máquinas que complementan la acción manual) y a los puestos de trabajo mecanizados (aquellos donde las maquinarias hacen gran parte del proceso).
La cantidad de gente involucrada en cada tarea, en tanto, permite distinguir entre puestos de trabajo individuales y puestos de trabajo colectivos, así como al considerar el nivel de especialización se logran reconocer a los puestos de trabajo universales y a los puestos de trabajo especializados.
Es importante tener en cuenta, por otra parte, que hay puestos de trabajo estacionarios y otros móviles, según sea la necesidad de traslado o la posibilidad de mantenerse fijo en un lugar para desarrollar las tareas a cargo.
Cuando un empleado renuncia, fallece o es despedido, asimismo, queda en la empresa que lo tenía contratado un puesto de trabajo vacante que debe ser cubierto lo antes posible para que la dinámica corporativa no se vea afectada por tal pérdida humana. Cuando las compañías se achican y reducen el personal o lo reemplazan por maquinarias a fin de tener todos los procesos automatizados, en cambio, se alude a la destrucción de puestos de trabajo, un problema social que incrementa el porcentaje de desocupación.