Así como hay muchas clases de madera que se destinan al desarrollo de pisos, este tipo de material también se destina a la fabricación de una amplia variedad de puertas.

Tanto en ambientes interiores como exteriores puede lucirse una puerta de madera, la cual puede ser más liviana o resistente que otra en función de su calidad, su materia prima y sus dimensiones.

Al analizar el diseño y las particularidades de viviendas particulares, instituciones públicas, edificios históricos, comercios y cualquier espacio en el cual se instalen puertas, es posible apreciar aberturas de madera de hoja simple y puertas de madera de doble hoja, además de descubrir puertas antiguas de madera y otras de aspecto moderno.

Las puertas corredizas, las que llevan rejas como detalle decorativo más que de seguridad, las puertas vaiven y las que incluyen sectores con vidrio para permitir el paso de la luz también pueden elaborarse con madera. El cedro, el roble, el algarrobo, el pino y el nogal son algunas de las maderas más empleadas para estas estructuras que pueden servir para abrir y cerrar muebles, resguardar y dividir ambientes o proteger edificaciones que dan a la calle.

Sean a medida o no, con trabajos y tratamientos especiales para darles una terminación más estética o con una presentación rústica que las vuelva económicas, las puertas de madera pueden destinarse a alacenas, roperos, terrazas, jaulas, dormitorios, garajes y a puertas-ventana de cualquier rincón del hogar, por indicar algunas posibilidades que amplían y diversifican el uso de las puertas de madera.