El acto y la consecuencia de proveer algo a alguien dan como resultado una provisión, una palabra que también se utiliza para describir al conjunto de elementos y productos (por lo general, alimentos) que se almacenan por un tiempo con un determinado propósito.

En el ámbito comercial, por señalar un caso específico a modo de referencia, cuando un pagador tiene en su poder un cheque u otros valores se alude a la idea de provisión de fondos, mientras que en la antigüedad se identificaba con el nombre de “real provisión” a una clase de disposición de orden administrativo-jurídico que conjugaba aspectos de cédulas reales y de leyes.

Las llamadas Provisiones de Oxford, en tanto, fueron ordenanzas que en 1258 instauró en Inglaterra un grupo de barones, disposiciones que un año después fueron reemplazadas por las Provisiones de Westminster.

En mayo de 1948, por agregar más información vinculada a los alcances y aplicaciones de este concepto, la Asamblea Nacional de China aprobó una serie de órdenes constitucionales que quedaron en la Historia bajo la denominación de “Provisiones temporales efectivas durante el periodo de rebelión comunista”.

Las provisiones contables que tienen como fin organizar con anticipación recursos para el momento en el cual se requiera cumplir con un compromiso u obligación, las provisiones técnicas y matemáticas asociadas a los seguros, las provisiones de víveres para abastecer a víctimas de desastres naturales, la provisión de servicios públicos y la provisión de puestos de trabajo son otras categorías a tener en cuenta al momento de recordar o aprender qué y cómo es una provisión.