Un poncho es una manta que posee una abertura en la parte central que se utiliza como abrigo. Estas prendas típicas de América del Sur se lucen sueltas (llegan a cubrir poco más de la cintura) y pueden tener tamaño rectangular o cuadrado.
Al ser un accesorio sencillo y cómodo, muchas personas han adoptado esta opción para protegerse del frío y, al mismo tiempo, poder lucir elegantes y dar una apariencia tradicional por medio de su look, tal como demostró en sus shows la artista Soledad Pastorutti, por citar un caso puntual. Asimismo, en el ámbito militar se ha sumado a la indumentaria de los soldados ponchos fabricados con telas impermeables que los protegen de las inclemencias del tiempo, facilitan su camuflaje y dan libertad suficiente como para no limitar los movimientos corporales.
De la provincia argentina de Salta, en cambio, es originario el denominado poncho güemesiano, una prenda cortada con apariencia de rombo que, por lo general, se confecciona en tonos rojizos (combinados con negro) o marrones, ya sea con lana de oveja, vicuña o alpaca o con hilos industriales de seda o de merino.
En 1936, por otra parte, se presentó en suelo argentino “Poncho Blanco”, un largometraje que tuvo como director a Francisco Pablo Donadío, mientras que unos años después se sumó a la oferta argentina en materia de séptimo arte “Ponchos azules”, dirigida por el experimentado cineasta y guionista Luis Moglia Barth. Décadas más tarde, el concepto inspiró a tres exponentes del ámbito musical (Leandro Lopatín, Fabián Picciano y Javier Zuker) a fundar la banda Poncho.