Tipos de plomo


El plomo, un elemento químico cuyo número atómico es 82, es un metal escaso en la corteza terrestre que se encuentra en la anglesita, la cerusita y la galena.

Esta pieza de tonalidad gris azulado es pesada, resistente a la corrosión, flexible y se funde con facilidad a baja temperatura. Por lo general, se utiliza en la industria química y para la fabricación de armamento.

Cabe resaltar además que el plomo, producto de la corrosión de las tuberías, puede contaminar el agua potable y, al ser ingerido por el ser humano, generar trastornos no deseados como el incremento de la presión sanguínea, daños cerebrales, distintos tipos de cáncer y la disminución de la fertilidad masculina, entre otros.

Asimismo, es interesante tener en cuenta que existen muchas variedades de plomo, entre las cuales se pueden citar al plomo blanco (carbonato de plomo), plomo corto (utilizado en la fabricación de perdigones), plomo de obra, plomo dulce (refinado), plomo pobre (aquellos donde se registran escasos niveles de plata) y al plomo rico (aquellos con abundante plata).

Para la pesca, en cambio, se utilizan otras clases de elementos que responden según sus particularidades al nombre de plomo único o distribuido, plomos (o plomadas) deslizantes, plomos fijos, plomos redondos, plomos cónicos, plomos cilíndricos, plomos ahusados y plomos tubulares, por citar algunos de los más conocidos. Este tipo de plomo, aseguran los pescadores más experimentados, permite ganar distancia al lanzar la caña desde la costa y obtener la profundidad deseada cuando se trata de pesca embarcada.