Las aves originarias del territorio asiático que pertenecen al orden Galliforme y llaman la atención por el vistoso plumaje de los machos (quienes suelen desplegar sus coloridas colas para seducir a las hembras) son conocidas, en lenguaje común, como pavos reales.
Dentro de esta extensa familia cuyos integrantes se alimentan de frutos, plantas, insectos, verduras y semillas hay ejemplares albinos (de plumaje blanco por falta de pigmentación, aunque también hay pavos reales con ciertos colores que se identifican como abigarrados y otros que se denominan nigripenes) y varias especies que cautivan a personas de todas las edades por sus particularidades y sus majestuosas apariencias.
El pavo real cuelliverde, por ejemplo, reside en los bosques tropicales situados en el sureste de Asia y debe su nombre al verde que predomina en el cuerpo de los machos. En este grupo se puede enmarcar la subespecie conocida como Imperator (donde se observan cuellos de tonalidad verdosa metalizada), así como también a las subespecies bautizadas como Spicifer (de alas más oscuras y cuello más azulado, sin tanto brillo) y Muticus (de tonalidad más dorada y verdosa que los demás).
Otro animal que parece formar parte de este clan es el pavo real del Congo, del cual no se conoce demasiado (apenas que los machos tienen dimensiones considerables y cuerpos donde el azul se combina con la gama de los violetas y los verdes, mientras que las hembras suelen ser de color castaño) pero que, según los expertos que analizaron sus características, podría señalarse como el eslabón que vincula a las gallinas de Guinea nucleadas dentro de la familia Numididae con los pavos reales de pecho azul.