El concepto de oligopolio es utilizado en el campo de la Economía para hacer referencia a un mercado en el cual el liderazgo se encuentra compartido por unas pocas compañías que cubren, en determinado momento y lugar, la oferta de un cierto rubro o industria. La concentración, en este marco, no se reduce en una única firma como sucede en los monopolios pero, de todas formas, supone un recorte en los derechos de los consumidores ya que éstos se ven obligados a elegir entre un bajo número de alternativas al buscar un bien o servicio en particular.
De acuerdo a las características que presente el desarrollo de este modelo comercial donde un escaso número de vendedores explota y satisface las necesidades de un mercado, se puede definir a cada oligopolio como concentrado o diferenciado. La primera de las modalidades mencionadas, consideran los expertos, se hace evidente cuando comienza a concentrarse una industria y hay una pequeña cantidad de firmas o comerciantes que producen materias primas o productos específicos.
En cambio, el oligopolio diferenciado suele producirse en áreas que trabajan con piezas manufacturadas o manifestarse al hacer foco en la clase de competencia que existe entre empresas de servicios.
Cabe destacar que, al analizar las particularidades de esta organización de mercado, es posible advertir que en un oligopolio no hay prácticamente competencia porque las compañías involucradas no dejan espacio para el surgimiento de un nuevo emprendimiento que pueda posicionarse como competidor y sí hay una interacción constante entre las partes del oligopolio debido a que el accionar corporativo de un grupo condiciona e influye sobre las realidades del resto.