El concepto de mortero posee una amplia variedad de significados y está presente en un gran número de ámbitos.

En el campo de la construcción, por ejemplo, esta palabra identifica a un material que se utiliza para rellenar espacios, revestir paredes y pegar diversos elementos. La oferta al respecto abarca morteros elaborados con un aglomerante (con cemento o cal); morteros especiales como los ignífugos, hidrófugos, autonivelantes y refractarios; morteros hidráulicos; morteros aéreos y morteros bastardos (combinan un par de aglomerantes).

Los morteros que se utilizan en el hogar para machacar distintos ingredientes (con fines medicinales y/o de alimentación, según cuál sea el producto triturado), en tanto, pueden conseguirse en diferentes colores, materiales y tamaños: hay de piedra, de cerámica, de madera, de porcelana, etc.

Es interesante saber además que este término alude a un arma de poder destructivo considerable que, por lo general, dispara proyectiles incendiarios o explosivos. Los batallones de artillería que cumplen funciones de apoyo suelen emplear modelos pesados de morteros, mientras que en las unidades de infantería hay morteros más ligeros. En este marco, gana relevancia el mortero de mano que se utilizó entre fines del siglo XVII y el transcurso del siglo XVIII con el objetivo de arrojar granadas de mano.

Tampoco se puede pasar por alto que, en Heráldica, se define como mortero al bonete confeccionado en terciopelo que, en otros tiempos, llevaron determinados ministros de justicia con categoría o dignidad superior. Por último, hay que señalar que en la provincia argentina de Córdoba existe una localidad bautizada como Morteros.