Las mochilas, esa especie de cartera, morral o bolso donde uno lleva y traslada toda clase de objetos cargando el peso sobre la espalda, están muy presentes en la vida cotidiana. Los niños y jóvenes las utilizan a diario para ir a la escuela (transportando en ella útiles escolares, libros, cuadernos, etc), así como también hay personas de todas las edades que las emplean a la hora de salir de viaje, disfrutar una jornada de pesca o realizar una excursión, por ejemplo.

La variedad al respecto, por lo tanto, es muy amplia porque abarca toda clase de diseños, materiales, tamaños, formatos y colores. Hay mochilas lisas y estampadas, y dentro de estas categorías amplias es posible diferenciar por su aspecto a las mochilas infantiles, a las mochilas juveniles, a las mochilas de mujer y a las mochilas para hombres.

Si uno necesita o prefiere ahorrar costes, es posible conseguir mochilas usadas ya sea a través de una donación o adquirida en sitios de segunda mano. Si el presupuesto lo permite, en tanto, se pueden comprar mochilas nuevas. Según el peso a cargar en ella y la calidad buscada, habrá que elegir entre mochilas de cuero, mochilas de lona, mochilas de tela, mochilas de plástico, etc.

Cabe resaltar, por otra parte, que esta noción tiene otras interpretaciones. En Informática, por señalar un caso específico, identifica al dispositivo de hardware también bautizado como seguro o llave electrónica que permite autenticar una parte de un software. Asimismo, en numerosos hogares se instalan inodoros con mochila, un sistema para la carga y descarga de agua en dicho sanitario.