Para poder estimular y regular el ritmo cardíaco cuando hay trastornos en los cuales se evidencia una disminución significativa de la frecuencia cardíaca, en Medicina se suele apelar a un pequeño dispositivo electrónico conocido comúnmente como marcapasos. Esta palabra, en Fisiología, describe al sistema u órgano de regulación fisiológica que es capaz de comenzar y mantener el ritmo de determinadas funciones del organismo, entre las que se encuentran los latidos del corazón pero también las contracciones uterinas, por detallar algunos ejemplos.
Estos aparatos, según se advierte al buscar información sobre este tema, pueden encuadrarse en diferentes categorías de acuerdo a las finalidades y características que posean. Hay, por señalar dos grandes grupos, marcapasos permanentes que se implantan debajo de la piel y marcapasos temporales, los cuales se subdividen a su vez en intravenosos y en transcutáneos.
Por otra parte, es interesante saber que se puede diferenciar entre marcapasos unicamerales (categoría donde aparecen como opciones el marcapaso ventricular y el marcapaso auricular ya que el problema está en el ventrículo o en la aurícula) y marcapasos bicamerales (para cuando se afectan ventrículos y aurículas, teniendo como opciones a tener en cuenta el marcapaso auriculoventricular VDD y el marcapaso auriculoventricular DDD).
Asimismo, es importante destacar que existe una clase especial de marcapasos que se define como resincronizador para poder estimular de modo sincronizado a la aurícula y a los ventrículos.
Para el tratamiento de la obesidad, en tanto, en ocasiones se apela al marcapasos gástrico, un dispositivo que ayuda a controlar el peso por provocar con su funcionamiento una sensación de saciedad para evitar de esta manera que la persona coma en exceso.