El concepto de magnetismo, según la teoría, refiere tanto a una propiedad de corrientes eléctricas e imanes basada en repulsiones y atracciones mutuas, entre otros fenómenos, como así también al poder de atracción que poseen ciertos elementos y seres.
Los expertos en Física, por señalar un caso específico, definen como magnetismo terrestre al fenómeno por el cual la Tierra influye sobre determinadas cuestiones naturales, tal como sucede con las migraciones de animales y la dirección que toman las agujas imantadas.
El llamado magnetismo remanente, en tanto, está vinculado a fenómenos de histéresis magnética y gira en torno al nivel de inducción magnética que se conserva en una sustancia de tipo ferromagnética después de ser sometida a la influencia de un campo magnético.
Por otra parte, el magnetismo solar invita a descifrar los misterios que aún en la actualidad rodean al Sol, mientras que el magnetismo inducido se caracteriza por ser temporal y generar el efecto de imán en elementos que naturalmente no lo son.
El diamagnetismo es otra alternativa a tener en cuenta. De acuerdo a quienes se especializan en este tema, un material es diamagnético cuando posee una permeabilidad magnética más baja que el vacío y resulta repelido por acción de un imán poderoso.
El paramagnetismo, en cambio, se da cuando hay en los materiales una permeabilidad magnética más grande que el vacío y, en este marco, son atraídos ligeramente por los imanes.
Cabe resaltar que, al investigar sobre el tema del magnetismo, también gana relevancia el ferromagnetismo, tal como se define a una propiedad de ciertos materiales basada en su elevada permeabilidad magnética.