El jazz es un género musical que se originó en territorio estadounidense a fines del siglo XIX y que no tardó en expandirse por el mundo. A lo largo del tiempo, diferentes corrientes y estilos fueron dándole diversidad a partir de subgéneros con elementos de otros tipos de música.

El jazz rock, por ejemplo, nació a finales de la década de 1960 pero, a pesar de haber conseguido varios representantes a escala internacional, una temporada más tarde comenzó a perder popularidad. El acid jazz, en tanto, es resultado del uso de sintetizadores, mientras que el jazz latino se logró al incorporar formas y ritmos de la música brasileña y cubana. El jazz afrocubano es una de las manifestaciones de este último subgénero.

El jazz-funk que ofrece sonidos eléctricos mezclando música R&B, soul y funk; el jazz rap originado en las décadas del ’80 y ’90; el jazz contemporáneo que se nutre del swing y del bop; el jazz pop que conjuga pop, soul, jazz y New Wave; el free jazz que revolucionó la historia del género en cuanto a los tempos, el ritmo, los acordes y la melodía; el cool jazz que se popularizó entre artistas blancos; el West Coast jazz bautizado así por nacer y desarrollarse en la Costa Oeste de Estados Unidos; y el jazz blues que se enriquece con rasgos estilísticos del blues son otros subgéneros que demuestran la diversidad que, con el paso de los años, fue ganando el mundo del jazz para poder reinventarse, evolucionar y expandirse más allá de los límites temporales, geográficos, etc.