En la práctica es usual que se relacione la idea de hincha con un simpatizante de un equipo deportivo, por lo general de fútbol. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a nivel coloquial esta palabra se emplea para hacer alusión a una enemistad o resentimiento. Además, este término puede enmarcarse en múltiples categorías, razón por la cual es interesante profundizar en sus alcances.
Quienes concurren a los estadios para alentar a sus clubes pueden ser hinchas fanáticos que no se pierden ni un partido o hinchas que no son socios de la institución y que asisten a las tribunas de vez en cuando. Cuando se juega en la cancha del equipo por el cual simpatizan, reciben la denominación de hinchas locales, pero si presencian un partido que se desarrolla en campo de juego ajeno, son considerados como hinchas visitantes.
Hay que señalar también que, lamentablemente, existen hinchas violentos (grupo al cual se suele identificar con la denominación de barra brava, al menos en territorio argentino) que empañan con agresiones y conductas repudiables el espectáculo deportivo, obligando incluso a suspender los eventos cuando la situación se vuelve incontrolable.
Otro caso que no hay que pasar por alto es el de los hinchas neutrales, tal como se define a los simpatizantes que acuden al estadio a ver un partido disputado por equipos con los cuales ellos no se identifican. A veces, claro está, hay infiltrados que se hacen pasar por hinchas neutrales para poder presenciar el evento y alentar a los jugadores.