La consecuencia de quitar o sacar algo de un lugar se conoce como extracción. Se trata de una palabra de uso frecuente que permite describir numerosas situaciones y actividades, como podrán comprobar al repasar los ejemplos y clasificaciones citados en los párrafos siguientes.
Cuando alguien acude a una entidad bancaria o a un cajero automático para retirar un cierto monto de su cuenta, por describir una posibilidad fácil de reconocer en la práctica, realiza una extracción de dinero. Los odontólogos que, por alguna razón, deben quitar una pieza dental de la boca del paciente, en tanto, realizan extracciones de dientes (o de muelas).
En los chequeos de salud, por otra parte, es usual que se incluya la extracción de sangre como procedimiento necesario para analizar el estado del paciente. Este método consiste en que una persona capacitada para la tarea, bajo condiciones de extrema higiene, pinche con una aguja una vena del paciente para extraer con una jeringa una determinada cantidad de sangre, la cual es conservada en un recipiente hermético para su posterior examinación.
Cuando se busca separar una mezcla compuesta por dos líquidos, asimismo, en ciertas ocasiones se elige el proceso químico basado en la extracción con disolventes. Dentro de la Minería, en cambio, se suele hacer referencia a las extracciones de cobre, de oro, etc.
Otras acciones y expresiones que amplían el alcance de esta noción: extracción de información, extracción hidráulica, extracción vehicular, extracción de petróleo, extracción de ideas principales dentro de un texto, extracción de aire, extracción de pigmentos…